Jazz Rebounds: Cuba’s online Jazz Plaza fest, notes from JJA’s Havana member

Editor’s note: This is the first of three reports by Jose Dos Santos from the 33rd annual 2021 Jazz Plaza festival produced in Havana, Jan 18 -and 21 through 25. It is published in Spanish, which some browsers automatically translate (roughly) into English. Videos of fest performances remain accessible as webcast by HotHouse Global , a Chicago-based non-profit presenting “eclectic arts and culture programming that intersects social justice advocacy.”

Más allá de la novedad de ser el primero “on line”, una modalidad muy recomendable para continuar en un futuro sin pandemia, la más reciente cita cumbre del jazz en Cuba aportó valores agregados a sus múltiples contenidos musicales.

Trato de relacionarlos a mi juicio, no en orden de importancia porque todos valen la pena:

  • Permitió visibilidad masiva (con énfasis en las redes sociales tan de moda entre las nuevas generaciones) del fortísimo movimiento musical que cultiva el género en Cuba y sus derivaciones, admiradores y conocedores.
  • Dio cabida a multiplicidad de criterios –históricos y actuales, informativos y valorativos—que sin ser necesariamente nuevos nunca habían tenido la posibilidad de ser expuestos con tanta fuerza, coherencia y utilidad para extraer enseñanzas, no sólo para los creadores y seguidores, sino para los decisores en el campo de la cultura. Botón de muestra lo expresado por el veterano músico, productor y arreglista Emilio Vega en un panel del Coloquio trasmitido por el Canal Clave:

“It is unfortunate that it happens with Emiliano Salvador, as with many others … (Polo Montañez, Roberto Faz, Tito Gómez) there is forgetfulness, ignorance, little study and respect … Sometimes we see that in countries of Europe or the United States, which do not have much to do with Cuban culture and they give importance to those characters, and that doesn’t happen here.

Emilio Vega at 2019 Cubadisco Int’l Music Fair
photo from RadioRebelde.cu

“In Mexico there are festivals of danzón, bolero … I regret the level of unconcern for not supporting, not living with that pride, for those who did possible the existence of so many genres and the fame of Cuban music on a universal level. “

  • It rescued valuable materials from archives, collections and the internet, from unknown testimonies to filmic jewels rusted by disuse, which could integrate a fixed space of more accessible platforms for the common of interested Cubans, of which there are many, such as Canal Clave, the most musical on national television.
  •  It showed that Cuba has the technical capacity, knowledge and will not to be defeated by a devastating challenge such as the current pandemic, which has led to the suspension of such relevant planetary festivals, such as the Swiss one in Montreux.
  • It encouraged Cuban musicians to give rein to their creative ideas “at a distance”, with the beneficial effect of spreading their most recent efforts and achievements, in their respective and obligatory confinements – some in distant geographies – and thus confirming the usefulness and fair valuation of his artistic work in his native land.
  •  Internacionalizó esta edición no solo por el acceso a ella de forma remota –aunque numerosos grupos de turistas tuvieron que posponer sus planes de concurrencia—sino, en especial, por la asistencia virtual de decenas de otros países mediante las nuevas tecnologías, entre ellos una ilustrísima representación de figuras de Chicago, muchas de ellas cabeza de cartel en cualquier escenario mundial del género. Un dato final:  El Festival, luego de 6 días de desarrollo virtual. tuvo 70 trasmisiones y un total de 35 horas al aire. 157 Páginas enlazadas, 158 091 reproducciones de video, un alcance de 682 017 y casi 25 mil interacciones.

Y como casi siempre que hay fuertes luces, quedan algunos puntos en la penumbra, creo necesario también apuntar los que noté:

  • Descoordinación entre lo anunciado previamente y lo presentado luego en el Canal Clave, al que le faltó identificar claramente de su parrilla habitual los muchos conciertos correspondientes al Jazz Plaza.
  • Mayor difusión de la importancia de los participantes “remotos” para aquilatar mejor, para los no especialistas, el relieve de esa presencia.
  •  Pensar que con el streaming-cuba, páginas de facebook, el portal del Ministerio de Cultura (cada día mejor) y los espacios dentro de programas como Buenos Días y Noticieros de la Televisión, no se satisfacen las expectativas siempre presentes de los veteranos y generaciones intermedias aficionados al jazz en nuestro país poco acceso a los modernos sistemas de comunicación global.

Por esto último, cierro con una recomendación: para próximos Festivales, con o sin Sar-Cov-2, tener emisoras radiales, de alcance nacional, que, de forma excepcional, trasmita conciertos y paneles especializados, para que su disfrute llegue a todos los interesados. Pienso, entre ellas, en CMBF, que cuenta con el programa decano del género, con mas de medio siglo de existencia y segura disposición de colaborar en ello. Jds/23.01.2021

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